Resulta muy difícil gobernar y ser gobernado, en definitiva convivir, en un país donde todo es crispación, provocación y revanchismo. Donde el sublime deber de lograr el bien común desde el gobierno quedó subordinado a maquiavélicas elucubradas tácticas de ataques y defensas como si estuviésemos ante una conflagración armada.
Esto sucede a nivel nacional con actitudes gubernamentales que generan zozobra entre los ciudadanos, e instan a las más oscuras y, por que no, conspirativas conjeturas; y replica en todos los ámbitos políticos.
Pasó por esta capital el diputado electo Felipe Solá en tren de lograr la “unidad del peronismo”, con un discurso que francamente no sonó muy conciliador; mas bien Solá – creemos que a instancias del máximo titiritero Eduardo Duhalde – con la salvaguardia de “respetar la institucionalidad”, le agrega mas presión a la caldera tratando, por ejemplo, a la flamante funcionaria nacional María del Carmen Alarcón de “aventurera” y dejando sentado que con la devolución de retenciones para el trigo y el maíz “la presidente dijo que dejará de robarle a los productores”. Solá aseguró que el “maldito yuyo” (la soja) será el mayor aporte para sostener la caja el año que viene.
Nadie dice que Solá no tenga razón en lo que dice (y hasta es probable que se haya quedado corto), pero semejantes aseveraciones en boca de quien quiere “reconstruir el peronismo” desde “la unidad” y no descarta presentarse como candidato a Presidente, no aporta demasiado a la armonización de los espíritus.
Precisamente el término “armonización” fue utilizado por el presidente del bloque senadores peronista Ricardo Spinozzi, para referirse al debate que de aquí en mas se dará en la Provincia de Santa Fe acerca de lo que en términos simbológicos el socialismo denomina “agrandar la torta”; esto es, ver como se aumenta la recaudación provincial con nuevos gravámenes, caso el cobro de Ingresos Brutos a grandes empresas que está exentas, o revalúo fiscal de inmuebles urbanos y rurales.
Pero las buenas intenciones naufragan en el bravío mar de las urgencias políticas partidarias, que en versión peronista significa no darle al partido gobernante más de lo necesario para que – si puede – pague sueldos y gastos corrientes, dejando con ello sentado que la sociedad santafesina se equivocó de cabo a rabo cuando decidió cambiar de signo político hace dos años; “no demostraron ser mejores que nosotros”, repiten con cada vez con mas frecuencia.
Los legisladores peronistas no se cansan de insinuar en cada intervención, ya sea en los recintos parlamentarios ó ante la prensa, que el redentor triunfo de Carlos Reutemann en las recientes legislativas nacionales puede marcar el camino – si el domingo 27 de septiembre se logran rutilantes triunfos en comunas y municipios- para comenzar a soñar con el regreso a la Casa Gris en el 2011.
El socialismo resiste apelando a la victimización: “los peronistas quieren desfinanciar la Provincia porque estamos llevando adelante el cambio que la sociedad votó hace dos años” retrucan, recibiendo a manera de contragolpe la acusación de haber “vaciado las cuentas que contenían todo el dinero que les dejó la administración Obeid (1.700 millones de pesos) con gastos superfluos y desmanejos financieros, y ahora apelan a las cajas de los municipios y comunas, como el fondo para obras menores”.
En tal sentido se orientaron los reproches que escucharon el Gobernador Binner y sus colaboradores la semana pasada cuando recibieron al Foro de Intendentes y Presidentes Comunas peronistas (“hecho inédito, porque en las administraciones justicialistas jamás recibieron a las comunas de la oposición”, recordó el senador radical Michlig).
Los representantes distritales peronistas le hicieron notar al Primer Mandatario que en muchos casos – por no decir la mayoría, cosa que el gobierno niega de plano- se sienten discriminados en el reparto de fondos públicos, recibiendo el premio mayor a la discrecionalidad y despotismo institucional el administrador de Vialidad Jorge Placenzoti. Como siempre, se quedó en “revisar los números” (que unos afirman y otros niegan) para un próximo encuentro.
El gobierno contragolpea diciendo que a menor recaudación provincial y retención por parte de la Nación de los recursos coparticipables, la única manera de contar con fondos nuevos es “agrandando la torta”, y no sacándole mas porciones, como la reciente modificación al “fondo sojero” que la mayoría peronista votó en senadores, para otorgarle a los municipios y comunas un 20% mas de lo que actualmente reciben, en desmedro de la caja oficial que deberá, a cambio, resignar ése porcentaje, pasando del actual reparto que contempla el 70% para la Provincia y 30% para los municipios y comunas, a un salomónico “50 y 50”.
El peronismo aduce a su favor que diez diputados del radicalismo ingresaron un proyecto similar, por lo cual abrigan esperanzas de que la iniciativa de los senadores obtenga consenso cuando llegue a diputados, desconociendo que por las presiones del Ejecutivo, los radicales levantaron la piola y sólo habilitarían el tratamiento si el peronismo accede a “agrandar la torta, esto es, quitar las exenciones de Ingresos Brutos a mas de 100 grandes empresas y revisar los avalúos fiscales.
La batalla que se viene.
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sábado, 19 de septiembre de 2009
LA BATALLA POR MAYORES RECURSOS EN UN PAIS CRISPADO.
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