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domingo, 28 de febrero de 2010

NO HAY CASO: NO HAY CLASES.

¿Qué información estratégica manejan los dirigentes de Amsafé acerca de los números de la Provincia para desatar un paro de actividades tan salvaje con destino políticamente incierto?. ¿Acaso se hicieron eco del discurso justicialista (básicamente el surgido de la oficina del Dip. Mario Lacava) acerca de una mayor recaudación a la informada por el Gobierno, y que en el presupuesto 2010 no está contemplada la política salarial de los estatales?.
En resumidas cuentas, Amsafé (y los gremios de gestión privada subsidiarios de la movida), no le creen una sola palabra al Gobernador Binner y sus ministros cuando le dicen que el ofrecimiento salarial es en función del dinero disponible, y que en tanto y en cuanto ingrese mas plata a las arcas (ya sea por mayor recaudación de los tributos existentes vía inflación, o cobro de IB a la industria y la constricción) se irán ajustando los sueldos conforme al costo de vida.
Para empezar a conversar, los gremios estatales tiraron la gorra lejos y arrancaron con un horizonte no menor al 20% de aumento; a manera de contrapartida, el gobierno ofreció un 7%, lo que a primera vista parecía mas a una broma de mal gusto que a una contraoferta salarial seria. Pero inmediatamente (¿no deberían haberlo hecho antes?) se aclaró desde la Casa Gris que ése porcentaje era sólo por el primer bimestre del año, y que de acuerdo con el índice del costo de vida medido por el IPEC, se irán ajustando los sueldos. El Ministro Bonfatti hizo notar que “el año empezó en enero con un 1,5 o un 2 por ciento de inflación, y febrero todavía no terminó. Estamos dando un 7 por ciento en febrero, y puede ser a partir de abril un 5, y en septiembre otro tanto”.
Los gremios estatales reclaman, además, por el diferencial de inflación del 2009 que el gobierno dice ya se cubrió con el 15% ofrecido en marzo del año pasado.
Pero nada, no hay caso: los docentes votaron abrumadoramente por el no inicio de clases, con la salvedad histórica de un paro por 48 horas, y la amenaza de extenderlo por tiempo indeterminado si el gobierno se mantiene impertérrito en su posición. “Por lo visto a la hora de decidir un paro los maestros no tuvieron en cuenta las 13 reivindicaciones laborales que obtuvieron el año pasado en paritarias”, les reprochó el Gobernador Binner.
No sensibilizó los contendientes y ofendidos espíritus docentes.
El Primer Mandatario se reprochó (mas bien le reprochó a su Ministra de Educación Elida Rasino) no haber sabido transmitirle a los maestros – y a la población, creemos - las características del aumento; puede ser verdad, pero no se está frente a beneficiarios de planes sociales, muchos de los cuales apenas si terminaron la primaria. No se necesita ser un experto en presupuestos para entender que si el 7% era solo para los dos primeros meses del año, no era para todo el año, ni siquiera para el primer semestre.
“No nos negamos a hablar del 20% de aumento, pero partir de un 12 ó 15 % es inviable, porque en marzo estaríamos sin poder pagar los sueldos, insiste – vanamente para los maestros - el Jefe de Gabinete Antonio Bonfatti, quien puntualizó que cada punto de aumento significa 71 millones de pesos anuales.
La Ministra de Educación y el Gobernador se desgañitaron contando que los maestros santafesinos son de los mejores pagos en el país, y que con el 23% de aumento otorgado por la Nación (que no paga sueldos docentes) alcanzan los poco más de 200 pesos piso salarial que tiene un maestro ingresante en Santa Fe. De nada sirve.
“No hay paros para toda la vida; en algún momento nos vamos a sentar nuevamente a conversar y tendrán que racionalizar sus posiciones”, reflexionaba un funcionario de Binner ante semejante panorama de medidas de fuerza de los gremios estatales, “que no son nuestros empleados, son empleados de la gente, cuyos sueldos pagan con sus impuestos que nosotros administramos”, ilustraba.
¿Adonde está entonces el meandro político?. ¿Se enroló Amsafé en el frente opositor peronista cuando en el 2007 jugó decididamente a favor del luego triunfante FPCyS?. Con el correr de los días y las seguramente desbocadas declaraciones de los dirigentes gremiales se correrá el velo.
Mientras tanto, tres diputados de distintos signos políticos, pero alineados en la oposición, Ricardo Peirone (PJ), Oscar Urruty (PPS) y Marcelo Brignone (Encuentro) presentaron el pasado jueves en el Parlamento local un proyecto de ley a fin de crear un fondo para solventar aumentos salariales en el Estado, que contempla cinco fuentes para el fondo, entre ellos el 1 % de Ingresos Brutos a empresas de industria y construcción que facturen más de 30 millones anuales y también del 1 % a las actividades de producción primaria, cuya facturación anual, incluido el IVA, sea de más de un millón de pesos anuales.
“Me van a tener que cortar un brazo para que lo vote” anticipó el diputado peronista del bloque Santa Fe Federal Alberto Monti, abriendo otra brecha en el de por si atomizado concierto de diputados peronistas.
Lo cierto es que gobierno y gremialistas docentes deberían escuchar el mensaje del arzobispo de Santa Fe. Mons. Arancedo sobre el inicio – frustrado en las escuelas de gestión pública en Santa Fe – del ciclo lectivo 2010: “la educación es un ámbito privilegiado de inclusión y signo de justicia en la vida de la sociedad. Se habló de 900.000 entre niños y jóvenes que no estudian ni trabajan en el país, algo cercano al 17 % de esa franja. Podemos quedarnos en discusiones estériles sobre la precisión de los porcentajes, siempre discutibles, o negarlos desde una actitud de miopía política, o tildarlos de ser una voz opositora. Todo ello es posible, y estamos acostumbrados a este ejercicio, pero con ello solo retrasamos la consideración del problema, no damos una respuesta. Y así, al no asumir la realidad, somos incapaces de movilizar las fuerzas necesarias para orientar una solución. Cuando el año pasado la Iglesia habló de la pobreza, y este año puso el acento en la emergencia educativa, lo hace con seriedad y espíritu de servicio, buscando sólo el bien de los jóvenes, la familia y la sociedad”.

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