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lunes, 27 de abril de 2009

EL INFIERNO TAN TEMIDO.

A lo mejor es verdad todo lo que se dice acerca de los acuerdos políticos y estrategias de Reutemann.
Aunque lo mas probable es que sólo sean vagas interpretaciones de políticos, analistas y periodistas que no pueden escrutar el para muchos jeroglífico lenguaje utilizado por el ex Gobernador, actual senador nacional y aspirante a la Presidencia de la Nación.
Si Reutemann fuera tan difícil de entender, tan ambiguo y desconcertante ¿por qué razón al ciudadano común – ni hablemos del hombre de campo- lo comprende perfectamente?. ¿Qué divina conexión existe entre “El Lole” y el público?. La respuesta la podríamos encontrar en la sociología y psicología: se llama carisma.
Quienes poseen ésa aura cuasi mágica no necesitan explicaciones racionales ni existencialistas de sus dichos y modos; casi sin proponérselo intuyen que la sociedad los asimila como “uno de entre ellos” precisamente por ser “personas normales” que dicen lo que piensan y actúan sin poses. Lamentablemente quienes se dedicaron a la política, junto con la honra tuvieron que tirar también a los perros el carisma que les había permitido llegar. Pasaron del cielo al infierno sin escalas.
Reutemann plebiscitará su carisma entre los santafesinos el 28 de junio después de seis años de no competir electoralmente, cuando ponga en juego la reelección de su banca a senador y, de acuerdo con el resultado, el pasaporte para competir por la Primera Magistratura de la Nación; mientras tanto debe lidiar con los exégetas que, para bien o para mal se empeñan en decodificar sus dichos, que en los últimos tiempos fueron muchos y dejaron tela para cortar.
Uno de los problemas mas serios que tiene el ahora candidato Reutemann es convencer al electorado denominado “independiente” de que no es un camaleón (como lo tildó Agustín Rossi), con respecto de Néstor Kirchner, sino que cuando las circunstancias políticas lo requerían, él apoyó sus políticas, ni mas ni menos de la misma manera en que lo hizo la ciudadanía, que inclusive en gran parte le dio un voto de confianza a su esposa Cristina en virtud de las cosas que había hecho su marido y ella prometía superar..
Ahora la ciudadanía advierte que se hicieron las cosas mal, que las promesas no se cumplieron y que es momento de cambiar. ¿Qué político, salvo el que leal y honestamente esté comprometido con el gobierno, se suicidaría poniéndose en contra del pueblo?. ¿O acaso los políticos no se aprovechan del trillado apotegma “el pueblo tiene razón” cuando salen a conseguir votos?. Si en verdad “el pueblo tiene razón”, esa regla cabe para cuando está a favor y también cuando está en contra.
Reutemann considera que no tiene facturas pendientes con el kirchnerismo: “no me colgué de las polleras de Cristina ni del pantalón de Néstor” supo decir hace poco; es legítimo que Agustín Rossi defienda a muerte a Néstor y Cristina: le debe todo lo que es hoy día. Y está dispuesto a morir o que lo maten - políticamente hablando- por la causa.
“Roma no paga traidores, pero tampoco fusila a los leales”, se auto consolaba hace un tiempo el diputado provincial Luis Rubeo, mano derecha de Rossi al responder sobre las operaciones que daban por hecho que Néstor Kirchner “bajaría” de la candidatura a la reelección como diputado al “Chivo” Rossi. “Un clavo se saca para arriba, eso es lo que me quieren hacer, pero no van a lograrlo, no tienen ningún asidero las versiones y tienen que ver con la interna del PJ en Santa Fe”, afirmó Agustín Rossi esta semana que pasó en el programa Puro Periodismo que se emite por radio El Mundo.
El pasado viernes un “desapercibidamente notable” habitante de la Casa Gris nos advertía, desafiaba y hasta apostaba un café a manos de un arreglo entre Néstor Kirchner y Carlos Reutemann que incluía la “bajada” de Rossi, inclusión de diputados kirchneristas en la lista del Lole y fondos para la campaña.
Coincidentemente, en las inmediaciones del PRO Capital Federal se rumoreaba que el inmediato y contundente despegue de Reutemann del PRO Santa Fe- y de Mauricio Macri - estaba ligado a lo mismo que este sábado de manera audaz denuncia el columnista de “Perfil” y ex Director de “Ambito Financiero” Roberto García: el acuerdo Kirchner- Reutemann; fogoneado por Juan Carlos “Chueco” Mazzón. Aunque García de manera incomprensible justifica elípticamente su información como proveniente de los mismos despachos de La Rosada que en su artículo critica..
García va más allá en sus azarosas elucubraciones en “Perfil”: asegura que el Grupo Clarín forma parte del acuerdo Kirchner – Reutemann, lo cual suena bastante esquizofrénico a tenor de lo que viene ocurriendo en los últimos días entre el conglomerado periodístico y el Gobierno. Contrariando a García, el mismo sábado “Clarín” titula con las explosivas declaraciones de Reutemann señalando que sería mejor Presidente que Macri y Kirchner.
Obviamente no sabemos la reacción de Reutemann ante sendos titulares de Diarios que, independientemente de la venta de ése día, estuvieron en todos los escaparates de Kioscos a lo largo y ancho del país y fueron comentados por todos los medios electrónicos de la Argentina, pero seguramente el senador debe haber experimentado la agridulce sensación de estar nuevamente en la cresta de la ola después de seis años de ostracismo; aunque en este caso por propia decisión: quiere ser candidato a Presidente en el 2011 y no solamente ser reelecto senador para vegetar seis años en el Senado, jubilarse y salir a pasear con su flamante nieto Santiago Bautista.
Así es como decidió encarar su campaña electoral; corriendo todos los riesgos que supone pelear por la Presidencia del País. Lo mas probable es que no haya hablado con Kirchner ni haya pacto alguno (sería suicida si fuera verdad); que a pesar de reconocer que Rossi y él compiten por el mismo electorado y eso merma las chances del peronismo, a esta altura una “bajada” de Rossi por parte de Kirchner sería mas dañino que beneficioso.
Reutemann ya asumió que deberá “tirar la honra a los perros”, y que tendrá que hacerse cargo del dicho moraleja “el que quiere celeste, que le cueste”.
Esto recién comienza.

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