FINAL PELIGROSAMENTE INCIERTO PARA EL PERONISMO.

El peronismo santafesino quedó dividido en tres sectores: el que conduce Carlos Reutemann, la fracción que orienta Agustín Rossi, y una gran masa de afiliados que no se sienten encaminados ni conducidos por nadie mas que el inigualable y casi supersticioso sentimiento de sentirse “peronistas” con afectos sucesivos y lealtades históricas.
Este miércoles en el seno del Partido quedó oficializada la ruptura dirigencial en dos fracciones: los “reutemistas” y los “rossistas”. Los unos en el intento de llevar al líder Carlos Reutemann al “proyecto nacional” con escala previa en la renovación de la banca como senador, sin la presencia en boletas compartidas del “piantavotos” (y actual diputado nacional y presidente del bloque que lo contiene) Agustín Rossi quien, precisamente enterado de semejante adjetivación -que naturalmente no admite – pide internas partidarias para dirimir una grilla de candidatos de la cual quiere formar parte también para volver a sentarse en su banca.
El reutemismo, en boca del presidente del Partido Ricardo Spinozzi está de acuerdo con Rossi en ir a internas, pero lamenta en el alma que el líder de Rossi (y Pte del PJ nacional), Néstor Kirchner, haya decidido adelantar los plazos electorales y con ello ahorcar los tiempos para poder cumplir con la rígida carta orgánica del peronismo local.
Rossi fue a la justicia federal con competencia electoral para que diga quien tiene razón, mientras los reutemistas le ganaron la votación 34 a 13 en el Consejo Ejecutivo, máximo órgano burocrático partidario, clausurando de ésa manera la ilusión de Rossi de ir a una compulsa interna, y a cambio convocar al Congreso partidario (para el 18 de abril) para que delinee los pasos a seguir.
Todo estéticamente muy democrático; si no fuera porque el “rossismo” desconoció la votación de la Mesa a punto tal que Jorge Fernández, vicepresidente 1º del Partido se negó a firmar el acta bajo el confusamente atinado argumento de que la situación está en manos de la justicia electoral. ¿”Y si el juez dictamina que haya internas”?; “el juez deberá ofrecer un cronograma de internas cumpliendo cada uno de los pasos para garantizar que se puedan llevar adelante elecciones transparentes donde pueda manifestarse claramente la voluntad de los afiliados en los tiempos y formas correspondientes”, explicó con suficiencia el presidente Spinozzi, convencido de que el Juez Rodríguez no podrá introducir el barco en la botella.
La historia se repite, ¿trágicamente?
Lo más probable es que el 18 de abril sesionen por separado dos Congresos partidarios, emulando al peronismo nacional de los años 1984 y 1985 cuando llevó a cabo, tras diferencias insalvables entre renovadores y ortodoxos, los Congresos: de Odeón y Rio Hondo.
La historia se repite y quienes no aprende de ella están condenados a cometer los mismos errores; por aquel entonces, igual que ahora, al no haber acuerdos se hizo un tercer Congreso peronista en La Pampa, del cual fueron expulsados los renovadores de Cafiero quien, ante la negativa de Hermino Iglesias (conductor del peronismo ortodoxo) de realizar internas para la definición de candidaturas, se presentó para las elecciones de renovación de bancas de diputados nacionales en 1985 en lista separada (Frente para la Justicia, la Democracia y la Participación) obteniendo el segundo lugar con el 27% luego del triunfo radical con el 41% (el recientemente extinto Alfonsín gobernaba en su apogeo) y el peronismo de Iglesias logró el cuarto lugar con el 10% de los votos.
De ahora en mas.
Ante el caos reinante en el peronismo seguramente aparecerán los “bolseros” ofreciendo congresales a cambio de candidaturas; otros amenazarán con armar listas para “generosamente y por el bien del Movimiento” trocar dimisiones por candidaturas. Presidentes de Comunas e Intendentes serán seducidos y pedirán ser complacidos con oportunos cheques para obras con promesas de exagerados apoyos mixtos, ya sea en el Congreso o en las generales; bien lo vale un cordón cuneta. Mas de un comedido intentará prenderse en la mateada presumiendo dominio territorial con los hoy surrealistas votos de la última elección.
Y no faltarán los salvacionistas que apuestan a otra cumbre entre Kirchner y Reutemann con la cabeza de Agustín Rossi como prenda de unidad (como en la interna para cargos partidarios) a cambio de diputados y el cupo femenino en el dúo senatorial (para Kirchner, obvio).
Los más probable es que ante la imposibilidad de acuerdos, Reutemann esté pensando – como Cafiero en 1985 – en ir con lista propia (Frente Santa Fe Federal); aunque a diferencia de aquel entonces, Rossi debería hacer lo propio, (Frente para la Victoria) con lo cual nadie llevaría el sello PJ, transformando con ello un solo esfuerzo peronista unificado para enfrentar a Binner & asociados, en una peligrosa dispersión de votos con final aventurado.