ESCENARIO POST ELECTORAL.

Reutemann está desaparecido en acción desde la noche triunfal del 28 de junio. Los compromisos periodísticos – salvo el noticiero de Canal 13 de Santa Fe – los atendió por teléfono, y no fue a bailar al programa de Tinelli tal como le había prometido si ganaba las elecciones; Tinelli se cobró la falta haciéndolo eliminar del sketch Gran Cuñado por la parodia de Néstor Kirchner.
Profeta de los tiempos, Reutemann prefiere “desensillar hasta que aclare” y dejar que el resto de la fauna política deambule por los programas de televisión armando escenarios post electorales de los cuales quiere estar bien lejos. Ya llegará el tiempo. O volverá a pasar de largo precipitadamente como en el 2002; sólo Dios lo sabe.
Mientras tanto, inquietantes rumores de venganza por parte de Néstor Kirchner hacia el senador santafesino (por haberlo desconocido tan arteramente) llegaron a nuestros oídos; los secreteos de pasillo hablaban de fuertes críticas hacia Reutemann en consonancia con las realizadas en el ámbito de Carta Abierta por el propio esposo presidencial, pero básicamente apuntan a fortalecer el gobierno de Hermes Binner, quien quedó a merced de las fauces peronistas tras la derrota de Giustiniani.
Curiosamente, apenas nuestras fuentes nos arrimaron la novedad, Binner se reunió con el influyente Ministro de Planificación Federal Julio de Vido, quien dos días después recibiría a los ministros santafesinos de Obras y Servicios Públicos para acordar la continuidad de planes de viviendas y otras obras largamente reclamadas por la Provincia.
Otro llamado nos alertaba sobre la presencia “en primera fila invitado especialmente por indicación de Néstor” del gobernador santafesino en el acto de jura de los nuevos ministro del Poder Ejecutivo nacional.
La tercera pata de esta intrigante zaga conspirativa contra Reutemann sería la visita a Binner de Gobernadores alineados con Néstor Kirchner para aunar criterios de “trabajos en común”; los vecinos Jorge Capitanich del Chaco y Gerardo Zamora serían de la partida en primer término.
Fronteras adentro, el Frente Progresista Cívico y Social aún se debe la cumbre autocrítica. Por ahora cada uno cabildea por su lado; el radicalismo le reprocha a Binner la ingerencia de patrones políticos en los territorios, que generaron suspicacias en los caudillos locales, y consecuentemente poca vocación de trabajo sostener a Rubén Giustiniani. El armado de listas con candidatos puestos por la Casa Gris para las Primarias crispó los ánimos de los radicales en el interior, donde en muchos casos no hubiera habido internas de no haber sido por la intromisión socialista.
El socialismo prefiere no criticar en públicos a sus accionistas radicales, optando por la misericordiosa autocrítica, como la realizado por ejemplo por el Jefe de Gabinete (y precandidato a Gobernador en el 2011 junto a Miguel Lifschitz) Antonio Bonfatti, quien reconoció que no haber puesto un candidato de Santa Fe capital en la lista de diputados nacionales permitió que Reutemann hiciera tan abultada diferencia – definitoria al final - en estos pagos de Garay.
El fortalecimiento del eje La Capital- Las Colonias- Castellanos (donde Reutemann ganó muy bien) será otra de las prioridades del socialismo, quien no obstante se entusiasma con el poder de transferencia de votos de Hermes Binner, cediéndole al escasamente carismático Rubén Giustiniani el 40 % de los sufragios que casi lo llevan al triunfo, tras arrancar con un piso que no superaba el 25%. Además, el desglose minucioso pueblo por pueblo, arroja severas conclusiones que tanto el FPCyS como el peronismo deberán auscultar fríamente de cara a futuras contiendas electorales, por caso las gubernamentales del 2011; sin caer en la sugestión del “efecto arrastre” para las venideras elecciones distritales del 6 de septiembre, donde se ponen el juego virtudes y errores de gestión estrictamente locales.
Una cosa es innegable: las elecciones del 28 de junio pasado demostraron de manera palmaria que Hermes Binner y Carlos Reutemann son los dos grandes electores en Santa Fe, cautivando el 80% de los votos.
El resto deberá contentarse con mirar desde afuera con la ñata contra el vidrio.