LOS TIEMPOS DEL PJ SANTAFESINO.

Mientras el conflicto campo gobierno sigue sumando actores con la decisión de los camioneros de no trasladar la cosecha desde las chacras a los silos (en nuestra zona, solo podría estar cosechándose alguna soja “arrebatada” de la sequía y algún que otro maíz) el peronismo santafesino no está al margen del ritmo esquizofrénico de estos tiempos, e ingresa en una etapa de sangrantes enfrentamientos internos entre “reutemistas” y “rossistas” que solo, y tan solo podrían zanjar Carlos Reutemann y/o Néstor Kirchner, a los cuales por el momento no se les nota muchas ganas de inmiscuirse en dicha contienda vernácula.
Es así como Luis Rubeo (en nombre de Agustín Rossi) acaba de insistir en que el Consejo Ejecutivo del peronismo (en manos del reutemismo) debe convocar a internas lo antes posible para dirimir la grilla de candidatos a diputados nacionales. Desde la presidencia del Partido, Ricardo Spinozzi responde que aún el Congreso Nacional no votó al adelantamiento de las elecciones, por lo cual aún hay tiempo para complacer a Rossi.
Un tiempo que será casi nulo cuando los pasos parlamentarios y burocráticos (promulgación, publicación, puesta en vigencia) terminen de darse.
Mientras tanto, Néstor Kirchner citó el pasado jueves en la Quinta de Olivos a intendentes peronistas (y también vecinalistas, pero solo acudieron Norberto Trossero de Laguna Paiva y Oscar Trincheri de Sunchales) para interiorizarlos acerca de un ambicioso plan de obras menores que, electoralmente, quiere impulsar el Poder Ejecutivo Nacional.
El presidente del PJ nacional, acompañado por el Ministro del Interior Florencio Randazzo y el subsecretario de Viviendas y Urbanismo Luis Bontempo les pidió a los presentes -tras escuchar algunos respetuosos reproches por obras prometidas y nunca ejecutadas como el Plan Federal- que elaboren proyectos de cloacas, cordón cuneta, agua potable para ser convocados “a partir de la semana que viene” a fin de presentarlos.
Según relataron a nuestro Diario algunos de los presentes, en ningún momento se habló de política partidaria, aunque todos sospecharon que cuando se los llame para presentar las iniciativas, recibirían la famosa bajada de línea; la incógnita será hacia adonde: Agustín Rossi ó Carlos Reutemann.
Precisamente Reutemann por estas horas cavila sobre la encrucijada que atraviesa su posible candidatura: si acepta ir a internas deberá convalidar las reglas del juego, y en caso de obtener la minoría Agustín Rossi tendrá que compartir el otro cuerpo de la boleta.
Si Néstor Kirchner decidiese levantar la candidatura de Rossi en pos de una lista de unidad, Reutemann correría el riesgo de que la población piense que el “operativo despegue” fue una maniobra mediática distractiva, pero que finalmente “está con los Kirchner”.
La tercera opción es abandonar el PJ e ir con Partido propio, con lo cual le dejaría el sello y el escudo a Rossi con todo el riesgo que ello significa.
Quedaría la bala de plata: que ambos, es decir Reutemann y Rossi lleguen a las generales juntos pero separados, es decir, Reutemann con el PJ y Rossi con alguna amalgama política que le permita llevar el tan ansiado Frente para la Victoria.
O terminar el actual mandato de senador nacional, y el 10 de diciembre irse a su casa.
Cualesquiera sea el camino por el que opte, deberá decidirse – si es que se aprueba el jueves el adelantamiento de las elecciones – en las próximas semanas.
Una decisión mortificante para quien aborrece que le manejen los tiempos.