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lunes, 29 de junio de 2009

EL MITO LE GANO AL APARATO

El domingo poco después de las once de la noche en un programa especial de CableVisión Santa Fe, ante los contundentes resultados que Reutemann estaba obteniendo en Santa Fe capital e interior provincial, nos despedíamos advirtiendo que si el socialismo no contraponía la supuesta avalancha de votos de la ciudad de Rosario pronosticada por los encuestadores estaría ante un serio problema.
Los votos imprescindibles de Rosario que vaticinaron las encuestas nunca llegaron para Rubén Giustiniani, con lo cual estuvimos ante la reedición de la elección del año 1995 entre Héctor Cavallero y Jorge Obeid, en la cual el “Tigre” esperaba las mesas de Rosario que nunca llegaron, mientras Obeid obtenía en Santa Fe capital los votos necesarios para consagrarse vencedor dentro del Lema PJ que lo llevaron a la primera gobernación.
Cronología
Es innegable que Carlos Reutemann es un fenómeno sociológico que no tiene explicación dentro de la racionalidad política. Sólo alguien con características paranormales puede continuar seduciendo a casi la mitad del electorado santafesino luego de seis años de ostracismo político y sin ejercer cargo ejecutivo alguno que le permitiese una palanca de apoyo. Regresó al ruedo en marzo del año pasado forzado por los desgraciados sucesos que protagonizó el campo para luego volver al mutismo hasta hace un par de meses, en que comenzó a caminar la Provincia en plena campaña con mas dudas que certezas sobre el triunfo, habida cuenta del escenario político en el que tendría que transitar: esta vez sin el peronismo en el poder y con todo el “aparato” del gobierno a favor del candidato Giustiniani.
Cuando comenzó la campaña, las encuestas lo empinaron inmediatamente en 38 puntos contra poco menos de veinte del también actual senador Giustiniani, quien poseía un amplísimo nivel de desconocimiento que, dicho sea de paso no hablaba muy bien de su vocación por hacerse conocer entre los santafesinos en los últimos seis años de mandato legislativo. Con el correr de las semanas, y ya con el Gobernador Hermes Binner involucrado de lleno en la campaña, Giustiniani comenzó a crecer en las encuestas mientras Reutemann se mantenía – de manera preocupante – estancado en los 38 puntos “no paso los cuarenta” solía decirnos mas de una vez en fugases diálogos telefónicos.
Fue así como el crecimiento en los sondeos de Rubén Giustiniani, con un Reutemann estancado, llevó al socialismo a pasar del estado emocional inicial de preguntarse por cuánto perderían a comenzar a imaginar por cuánto podría ser el triunfo; mientras Hermes Binner – y el propio Giustiniani – comenzaban a endurecer el discurso apelando al pasado institucional de Reutemann (privatizador del Banco de Santa Fe, Dipos, intento de hacerlo con la EPE, inundación en Santa Fe, muerte de Pocho Leprati) para desgastarlo.
Simultáneamente el socialismo “descubrió” que el flanco débil de Reutemann podría llegar a ser su pasado “menemista y antimenemista”, pero básicamente lo que mas le dolería al ex Gobernador: “fue kirchnerista y ahora es antikirchneirsta” machacaban, convencidos de estar pegándole en la línea de flotación, pues efectivamente Reutemann trataba de manera denodada de despegarse de la figura del ex Presidente.
“Si no me creen (la sociedad santafesina) que ya no tengo nada que ver con los Kirchner es porque no me conocen” repetía el exGobernador casi con desesperación en cada reportaje, mientras rezaba para que le crean a él y no a Binner, que blandía lo contrario. Pero Binner y su gente quedaron atrapados en el discurso ideológico en una sociedad práctica, y dejaron de ocuparse de ése tema para volver a insistir con las privatizaciones, inundación y otras cuestiones del pasado institucional de Reutemann que evidentemente no le interesaban a la gente, y por ende no solo no le causarían daño, sino que lo llevaron a denunciar ser víctima de una “campaña extremadamente agresiva”, lo cual evidentemente despertó la reacción de la ciudadanía en defensa del mítico “Lole”.
Los encuestadores también hicieron lo suyo: hasta el viernes previo a la elección ninguno le otorgaba al socialismo menos de veinte puntos de ventaja en Rosario y cierta paridad en Santa Fe capital; “con esos porcentajes, mas una decorosa elección en el Interior la elección esta ganada”, afirmaban con certeza desde la Casa Gris, sin sospechar siquiera que el “fenómeno Reutemann” estaba nuevamente en marcha, superando inclusive al propio hacedor quien una semana antes no imaginaba el arrasador resultado en Santa Fe capital.
El domingo quedó en claro que Carlos Reutemann mantiene casi intacto a pesar del paso del tiempo su aura mágica en el interior provincial y que en Santa Fe capital la oposición deberá archivar la inundación del 2003 como acicate de campaña; el “Lole” es de los santafesinos como el alfajor y la cumbia. Y los 20 puntos de ventaja para el socialismo augurados por las encuestas en Rosario fueron tan solo 17 (lo cual no es poco decir, pero no alcanzaron). En Santa Fe Reutemann obtuvo más de veinte de diferencia con un promedio de 15 en los Departamentos.
Conclusión: el socialismo perdió en su Rosario fundacional mientras Reutemann ganó en Santa Fe capital e interior.
Binner deberá revisar los apuntes de gobierno y entender que hay una Provincia que está más allá de la avenida de circunvalación de Rosario que por lo visto pasa facturas. El peronismo lo sufrió en carne propia hace dos años.

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