Todo indica que los Dirigentes del campo, mas temprano que tarde, entregarán el 35% de retenciones vigentes para la soja hasta el fatídico 11 de marzo, a cambio de sentarse nuevamente a la mesa de negociación con el gobierno. Semejante afirmación de nuestra parte se desprende luego de escuchar a los máximos dirigentes del campo cambiar el verbo “retrotraer” (el conflicto al 10 de marzo) por “revisar” la resolución 125 y sus “efectos no deseados” (por ejemplo la eliminación de los mercados a futuros).
Cuando la semana pasada en esta capital le pedimos a los presidentes de las entidades que definan el alcance del verbo “revisar”, y si el mismo implicaba rever la resolución 125, pero a partir del 40% de retenciones (vigentes con la actual cotización de la soja), el presidente de CRA Mario Llambías dibujó un verdadero galimatías que terminó avalando nuestra sospecha. Ante nuestra insistencia concreta sobre si estaban dispuesto a ceder el 35% a cambio de mayores logros en una mesa de negociación, el mismo Llambías - ya muy molesto- nos volvió a contestar con evasivas técnicas, al punto tal que no tuvo mas remedio que tomar el micrófono Eduardo Buzzi para dejar en claro al “país agropecuario” que estaba viendo en directo la conferencia de prensa a través de los móviles de los canales de noticias porteños, que “esta mesa de enlace mantiene firme el 35%”; y dobló la apuesta, planteando discutirle al gobierno bajar aún mas los aranceles de exportación a los pequeños y medianos productores.
Las palabras de Buzzi era seguidas por sus pares Llambias, Miguenz y Gioino con sorpresa (la misma sorpresa que se llevó Buzzi dos horas antes frente a Casa de Gobierno cuando Miguenz anunció frente a los productores concentrados en la plaza de Mayo la continuidad del paro). Por lo visto se les hace difícil a los dirigentes en estas horas aciagas coordinar el proceso “psico-verbal”; dicho en otras palabras: “se van de boca”.
El primer asombrado por el sobreentendido cambio de actitud de los dirigentes fue el senador nacional Carlos Reutemann, quien venticuatro horas antes había suscripto un documento junto a sus pares Roxana Latorre, el socialista Rubén Giustiniani y una veintena de presidentes comunales del sur provinciales pidiendo al gobierno nacional, “retrotraer las retenciones al 10 de marzo como base de partida” para volver al mesa del diálogo.
Seguramente el Gobernador Hermes Binner también leyó el mensaje subliminal de los capitostes del campo, y por eso se cuida de citar el documento firmado el 26 de marzo con más de un centenar de jefes comunales e intendentes -al cual adhirió inmediatamente Reutemann - mediante el cual le solicitaban a la Presidente Cristina Fernández “suspender las medidas que han generado el estado de situación actual”.
Con semejante panorama político de “confusiones” dialécticas y verbales, Binner decidió acompañar a la gente del campo hasta la puerta del cementerio, pero no a la tumba, lo cual acarreó la reprobación de los que colmaron la plaza de mayo el jueves, quienes esperaban que el Gobernador saliera a saludarlos; “no era prudente mezclar, ya los había recibido a los dirigentes”, reveló una fuente de la Casa Gris.
Una cosa es cierta: “los K” (como llaman al matrimonio presidencial en la jerga interna de la Casa Rosada) difícilmente den marcha atrás al 10 de marzo con las retenciones; todo lo que haya que renegociar será a partir del 40- 41% actual. “Para los Kirchner no están en juego los mil millones de dólares de recaudación que uno u otro sector obtendrían si se regresa al 35% vigente hasta el 10 de marzo ó se queda en el actual 40- 41%, (una cifra nimia dentro de los 31.200 millones de dólares de exportación de granos de este año) sino un esquema de pensamiento ideológico y político de cuarenta años que no van a arriar por nada del mundo”; razonaba un encumbrado dirigente político nacional”.
La dirigencia agropecuaria nacional se encuentra con un serio problema (entre otros): Alfredo De Angeli, quien que desde la “Sierra Maestra” de Gualeguaychú incita a cada momento a la “insurrección agrícola”; a tal punto de gravedad llega la cosa que uno de los productores concentrado a la vera de la mítica ruta 14 se despachó frente a la TV nacional opinando que “o volvemos al 10 de marzo ó acá hay muertes”. Seguramente el buen gaucho se “habló encima”, pero no dejó de representar el sentimiento de bronca que subyace, al menos entre los productores entrerrianos. ¿Pensarán de igual manera el resto de los productores autoconvocados del pais?, ¿o solamente en Entre Ríos – Provincia con sobrada historia a la hora de batallar por el federalismo- se encuentran los focos de resistencia?.
Por lo pronto, medios de comunicación, entidades de todos los sectores, dirigentes políticos, funcionarios de todos los niveles y la población en general, claman fervorosamente por un acuerdo entre las partes; eso significa volver de inmediato a la mesa de diálogo cediendo cada uno lo suyo. La pregunta sería: si el campo negocia volver al 10 de marzo, ¿qué obtendría a cambio del gobierno nacional?.
Instalada la desconfianza mutua, cualquier “Pacto Preexistente” entre el gobierno y el campo debería ser rubricado y garantizado por los Gobernadores de las Provincias involucradas en el conflicto. Solo así una parte del país retomaría la ¿normalidad? perdida allá por mediados de marzo.
¿O será que el cáncer hizo metástasis y mañana se focalizará en otro sector?.
18 deMayo de 2008
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martes, 20 de mayo de 2008
¿ENTREGARA EL 35% EL CAMPO A CAMBIO DE QUE LOS RECIBA EL GOBIERNO?.
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