DE MAL EN PEOR.

No se puede romper lo que no existe; el “diálogo político” entre gobierno y peronismo es una alucinación de quienes patriótica y bienintencionadamente esperan que exista otra cosa que no sean cada vez mas severos pases de facturas y “vendettas” mutuas como la del último jueves, cuando los diputados peronistas se retiraron del recinto encendidos porque el oficialismo resolvió reemplazar a los diputados Cejas y Lagna por dos propios (Tessa y Brignoni) en la Comisión Bicameral Legislativa de Control y Revisora de Cuentas. “Binner quiere robar sin control”, vociferaba en los pasillos el diputado peronista Alberto Monti, quien a su vez pedía lisa y llanamente la renuncia del Ministro de Seguridad Daniel Cuenca por “inepto”.
La mala noticia es que el clima de belicosidad política irá “in crescendo” a medida que el peronismo advierta – o crea advertir – que Binner les está dejando flancos para “entrarle”. “Los peronistas viven declarando la guerra con cada proyecto que votan los senadores sobre tablas para desfinanciar al gobierno, usando groseramente la mayoría, y después hablan de dialogar y se hacen los ofendidos”, bramaba un diputado oficialista el jueves en el hall del Parlamento, desde hace un tiempo a esta parte convertido en campo de batalla.
Después del escándalo en diputados, el senador y presidente del PJ Ricardo Spinozzi, rápido de reflejos, reunió a la tropa en la sede partidaria para señalar orgánicamente que “el Frente Progresista actuó con total impunidad y parece que sólo quieren poner palos en la rueda al proceso de diálogo que suponíamos estaba encaminado y los santafesinos estaban esperando". Los consejeros del PJ denunciaron que los socialistas manejaron la conformación de la comisión bicameral de control de cuentas de manera “autoritaria” y sin “tolerar ningún tipo de integración democrática de los organismos constitucionales de control".
Este miércoles los senadores y diputados justicialistas volverán a reunirse en el Partido para “evaluar los pasos a seguir, consensuando posiciones conjuntas”; lo que equivale a decir que habrá un nuevo parte de guerra.
Las hostilidades empeoraron cuando los senadores peronistas tumbaron sin ambages uno de los emblemas del gobierno de Binner: la reforma tributaria; de inmediato un diputado socialista advirtió ante un par de periodistas que “ahora van a saber los peronistas lo que es el socialismo enojado”; la bandera de guerra había sido plantada.
El fuego cruzado no tardó en comenzar y cada vez se usa munición mas gruesa; por caso, los intendentes y presidentes comunales peronistas acaban de denunciar "la grosera discriminación a la hora de la asignación de convenios por parte de Vialidad Provincial, la forma clientelar en que se distribuyen los subsidios del gobierno de la provincia y las desigualdades a la hora de repartir fondos en todas alas áreas del gobierno, donde se beneficia indudablemente a los intendentes de los partidos que forman parte del Frente Progresista".
Desde el oficialismo contraatacan acusando al peronismo (en este caso nacional) de discriminar “en un 95%”, según reveló el senador radical Rodrigo Borla, a las comunas y municipales radicales y PDP con los Anticipos del Tesoro Nacional (ATN). Borla distribuyó generosamente ala prensa el listado.
Recargando armas, el peronismo inculpa al FPCyS de no enviar los pliegos para la constitución del ENRESS, las vacantes en el Tribunal de Cuentas, en la Sindicatura General de la Provincia; “se dilata la confección de los pliegos para la contratación del agente financiero del estado y se manipulan por criterio del Secretario de Justicia la designación de los miembros del Consejo de la Magistratura, después de haber declamado que se buscaba un mejor sistema judicial", disparan.
El senador Mercier, quien según el oficialismo actúa a manera de francotirador, ingresa proyectos que inmediatamente tienen media sanción para, por ejemplo, incrementar la jubilación de los empleados públicos; mas plata para el Fondo de Obras Menores, mayor coparticipación a municipios y comunas, cuotas extras de inmobiliario y patente a distribuir en un 100% entre los jefes comunales e intendentes (para contrarrestar la frustrada reforma tributaria, rebautizada por el peronismo como “impuestazo”), recibiendo como respuesta desde la “trinchera oficialista” que “los peronistas no hicieron nada en 24 años de gobierno y ahora se acuerdan de la gente, los municipios y comunas”.
Si esa será la norma a seguir, - ahora debe tratarse el presupuesto 2009- es más probable que se pongan de acuerdo palestinos e israelíes que peronistas y socialistas en Santa Fe.