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lunes, 3 de noviembre de 2008

LOS INDUSTRIALES SANTAFESINOS EN SU HORA MÁS CRITICA.

Con la presencia de quinientos hombre de empresas a los que se sumaron – en una rescatable iniciativa de la Fisfe – unos cien jóvenes universitarios de las carreras de ingenierías y ciencias económicas de las tres universidades instaladas en esta capital, se desarrolló en esta capital la 2º Conferencia Industrial de Santa Fe con una consigna mas que sugerente y de rigurosa actualidad: “Desafios para la consolidación de un modelo productivo”.
El presidente de la Conferencia, Carlos Bertone hizo notar de inmediato que la idea de los organizadores era exhibir “un pensamiento del sector industrial de la Provincia de Santa Fe que aporte a la construcción de un modelo de desarrollo sustentable y con inclusión social”; conceptos bastante extraños para los crápulas especuladores de Bolsa en USA que llevaron el mundo al actual estado de cosas (nos recuerda la expulsión por parte de Jesús de los cambistas del Templo, relatado por San Juan) y que encontraron tierra fértil en codiciosos empresarios a los cuales solo les interesa acumular riquezas sin detenerse un segundo a pensar con “responsabilidad social empresaria”. Infamias no solo de los hombres de negocios de otras latitudes, también los hay entre nosotros.
Bertone lo definió de manera taxativa y sin lugar a falsas interpretaciones: “debe privilegiarse la producción de bienes y servicios, por sobre una cultura rentística y especulativa, teniendo el objetivo final de conformar una sociedad sin marginación y con movilidad social ascendente”; al que le quepa el sayo que se lo ponga.
Ingresando en el terreno de las realidades concretas del “día a día”, el vicepresidente de la Fisfe enumeró los elementos necesarios para no caer en la destrucción del aparato productivo: “no podremos invertir sin fuentes de financiamiento y normas estables en las reglas de juego; no habrá inserción en el comercio internacional sin un tipo de cambio competitivo y una inteligente administración del comercio exterior; no tendremos creación de empleo, ( y ante la nueva realidad de los impactos de la crisis mundial, tampoco podremos mantener los existentes) sin una mesa tripartita de búsqueda de consenso entre trabajadores, empresarios y los Estados nacional y provincial; donde todos aportemos”.
Bertone apuntó a una ley de riesgo de trabajo que tenga vigencia real para “combatir seriamente el flagelo del trabajo en negro”, y aprovechó la ocasión para hacer notar que los impuestos “distorsivos y regresivos” desconocen la cadena de valor. Felicitó – fuera del discurso escrito- a los senadores provinciales peronistas que voltearon la reforma tributaria ante un impávido Gobernador Binner que minutos después en su improvisado discurso hizo caso omiso de la reprobación empresaria y hasta felicitó a Bertone por la descripción de la realidad social, económica y política; aunque no dejó pasar la ocasión en tan calificado escenario para hacer mención a la empresa icono por estos días del “capitalismo salvaje”: la General Motors, aunque en este caso el Gobernador se refirió a ella relatando una anécdota sobre la elección de Alvear para instalar la planta. Ya que estamos con la GM recordemos que los diputados peronistas le pidieron a Binner que revise las ventajas impositivas provinciales de las que goza esta multinacional que al primer barquinazo dejó afuera de un plumazo 500 operarios.
Bertone, aprovechando la joven presencia universitaria en el cónclave recordó que “no tendremos innovación tecnológica si no logramos un sistema educativo y científico tecnológico comprometido eficientemente con la producción”.
La realidad empresaria santafesina.
Previo a la Conferencia desarrollada en Santa Fe en el magnífico y oportuno centro de convenciones Los Maderos del complejo Puerto Ribera en el dique uno del puerto local, la Fisfe llevó a cabo 6 pre conferencias en Rafaela, Venado Tuerto, Reconquista-Avellaneda, Santa Fe y Rosario de las cuales surgieron interesantes datos estadísticos sobre el entramado empresarial.
Es así como el 40% de las empresas santafesinas responden al rubro metalmecánica y metalúrgica; siguiendo la alimentación y bebidas con el 25 % y la maquinaria agrícola y autopartes con el 20%. Hay un 10% que reúne a la construcción, premoldeados, residuos industriales, madera, rectificación de motores, servicios industriales, etc.
Otro indicador interesante para ponderar el tamaño de las empresas y, en el caso del Estado actual en consecuencia, es el número de empleados. El 38% de las empresas radicadas en territorio santafesino tiene entre 10 y 50 empleados (Pymes); el 31% mas de 100 empleados; el 12,4% entre 50 y 100 empleados y el 17% menos de 10 empleados.
Opiniones a futuro.
Con la conveniente aclaración de que la encuesta estuvo habilitada hasta la primer semana de Octubre, el 50% de los empresarios consultados por Fisfe dijo ser “medianamente optimista” sobre el crecimiento de la facturación en 2008 – 2009; sólo un 17 % respondió “optimista”, el 8% era “pesimista” y el 24% “medianamente pesimista”. Es altamente probable que a un mes del relevamiento las ecuaciones hayan cambiado – para peor – drásticamente.
Las amenazas chinas y brasileras.
Carlos Bertone aludió en su discurso sobre la necesidad de un “tipo de cambio competitivo y una inteligente administración del comercio exterior”, hecho éste último ratificado ante nuestro Diario por el subsecretario de Industrias de la Nación Ivan Heyn quien adelantó que se protegerá férreamente a las industrias locales de los productos importados con “competencia desleal” (dumpìng).
Precisamente, el relevamiento de la Fisfe ya señalaba que el origen de las importaciones de los productos que fabrican los empresarios santafesinos proveía en un 23% de Brasil y un 20% de China, siguiendo curiosamente con un 10% EEUU. Brasil produce además el 25% de los productos que exportan las empresas santafesinas. Ahí nomás sigue EEUU.
Otro dato curioso: el 25% de las exportaciones de nuestros industriales es hacia Uruguay, luego Chile, Brasil, Paraguay, Venezuela, Bolivia. No están equivocados quienes aseguran que se deben fortalecer los mercados vecinos, principalmente el MERCOSUR.
Y ya que hablamos de fortalecer las regiones: el 55% de las ventas de las empresas radicadas en Santa Fe venden dentro de la Región Centro; el 49% el resto del país y poco más del 30% en territorio santafesino.
La peor amenaza: el aumento de costos de la materia prima que superó el 60%, seguido por el costo laboral en un 35%. El costo de la energía apenas aumentó un 5 %.
A manera de final abierto…
Todo es incertidumbre entre el empresariado local; sólo el cauto optimismo del joven subsecretario de industrias Heyn quien piensa que habrá que aguantar los próximos seis meses por la “caída de la demanda y el aumento de los stok” en el mundo, aunque asegura que “no veo un mal escenario” para los productos argentinos. El funcionario nacional cree que el precio de la soja se estabilizará en 350-380 dólares la tonelada y que los fabricantes de maquinaria agrícola deben explorar los mercados de sudáfrica y el lejano oriente, sin dejar de observar Brasil.
Heyn basa sus expectativas en que el 70% del PBI argentino es el mercado interno “al que debemos defender”, acentúa; mientras que el 30% externo bien puede ser reemplazado en la coyuntura en parte por la actividad productiva y en gran parte por el sector público generando mano de obra, por ejemplo a través de la obra pública, hecho que destacó el Ministro De Vido presente al cierre de la conferencia y ya lo había apuntado como eje local el Gobernador Binner a inicios de semana en el encuentro con los empresarios y trabajadores en la Casa Gris.
Vicente Bauducco, flamante presidente de SanCor reconoce la dificultad del momento, aunque confía en que al inicio del año próximo el precio de la leche en polvo treparía a unos 3.700 dólares por tonelada (hoy apenas roza los 2600 U$S por TT).
José Luis Baso, exportador por excelencia, admite una caída, por ahora, no tan pronunciada de sus ventas, aunque la diversificación de países en donde coloca su producción de válvulas, no solo en terminales automotrices, sino en proveedores de repuestos le permite amortiguar la crisis sin pensar en reducir personal.
De pronto uno se pregunta: ¿y la plata, dónde está?; ¿dónde fueron a parar las decenas, centenas y quizás miles de millones de dólares, pesos argentinos, euros que se generaron en estos años de bonanza?. ¿Se esfumaron en el infierno especulativo?. ¿Fueron reinvertidos en las empresas?. ¿Quién es capaz de generar la confianza tal para que comiencen a circular en el circuito productivo en un mundo que tiene 2/3 de su población bajo la pobreza y sin empleo, mientras sólo – y tan sólo – el 20% de la población mundial consume mas del 80% de lo producido.
Así no es. Así no debe ser. “Un Modelo nuevo requiere de hombres nuevos”; alertó certeramente el profesor de Filosofía y Teología de la UCSF Dr. Fabián Jerkovich.
Que así sea.

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