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domingo, 30 de agosto de 2009

REUTEMANN DESESTIMA SER CANDIDATO A PRESIDENTE.

Carlos Reutemann está convencido que Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde deberían unificar el título del mundo de los pesados de cara al 2011. Se deben la revancha desde el 2003 en que Kirchner comenzó el proceso de exterminio político de su hacedor, faena aún inconclusa; Reutemann lo confesó al periodista Nelson Castro el jueves pasado, setenta y dos horas después que nosotros lo reflejáramos en estas páginas.
Los seguidores del senador santafesino se ilusionan y creen ver detrás de esa afirmación, encriptadas intenciones de competir por el Sillón de Rivadavia apostando a la destrucción mutua de los dos máximos rivales; expectativa abonada cuando el médico periodista porteño le preguntó al atribulado senador santafesino por la lucha presidencial obteniendo como respuesta una evasiva basada en su actual malestar anímico por el caso Latorre. Creemos que difícilmente Reutemann intente (a no ser que lo consagre el PJ Nacional de manera unánime) sumarse a la carrera presidencial que ya largaron otros intencionalmente, caso Cobos, Carrió, Solá ó efectivamente como el entusiasta chubutense Das Neves.
Precisamente, hablando del “Caso Latorre”, la presencia de Reutemann en el programa de Nelson Castro, excesivamente quebrado por las circunstancias dejó ante una parte de la sociedad – que miró el programa – la imagen de un político ardorosamente comprometido con su electorado, al que le falló uno de los candidatos – Roxana Latorre- a quien le acababa de renovar la confianza por seis años mas como senadora; lo cual resulta altamente ponderable en un país donde la palabra empeñada parecer ser cosa de tiempos añejos.
Para otros, recurriendo a la típica frase campesina “si esta llovizna moja mi poncho, lo tiro”, Reutemann “tiró el poncho” demasiado rápido, demostrando una fragilidad anímico emocional no compatible con quien aspira a ser Presidente de un país; “que hubiera hecho De Narváez a quien los Kirchner le tiraron con la efedrina”, ejemplifican.
Todos tienen una parte de la razón; nosotros hubiéramos preferido la imagen de un político mas aguerrido, dejando sentado con voz clara y gesto contundente que quien traicionó el voto dado por el 42% de los santafesinos el 28 de junio pasado no fue él, sino su coequiper a quien, como corresponde, ya excomulgó. Que se sepa, no hay asambleas ciudadanas analizado el caso Reutemann-Latorre; las preocupaciones de la gente pasan por otros vértices.
Alarcón va por mas y compromete a Binner.
Otros que no ganan para disgustos son los socialistas; cuando el caso Reutemann- Latorre les daba letra para aseverar que ellos habían anticipado en la campaña la fidelidad del senador peronista con el gobierno kirchnerista nacional, su hasta entonces ausente y enigmática secretaria de Integración Regional se pasó sin decir “agua va” a las filas, precisamente del gobierno de Cristina Kirchner. Como era de esperar, el peronismo reutemista – comenzando por el Presidente del Partido Ricardo Spinozzi, contraatacó con todas las fuerzas para dejar sentado que quien tiene afinidades con la administración central no es Reutemann, sino Hermes Binner.
Preconceptos aparte, lo cierto es que Binner se desprendió de Alarcón sin derecho a indemnización, ya que la polifuncional secretaria estaba abusando de su cargo y de los dineros de los santafesinos para hacer política por el país, (ella misma lo confesó) promocionando su Partido Pampa Sur.
Finalmente Alarcón logró lo que tanto ansiaba: tener protagonismo nacional, aunque para ello deba meter la cabeza en la boca del león. Por lo pronto, fiel a su temperamental estilo ya provocó divisiones de opiniones en el sector agropecuario: mientras la FAA y la Sociedad Rural de San Justo la desconocieron, el titular de la Rural santafesina Hugo Iturraspe, tras diferenciar el caso Latorre con el de Alarcón, fue mas realista: “creo que hay que buscar un árbitro para mediar y ella puede ser la persona que cumpla este rol”, dejando en claro que “si no logra nada en este cargo, Alarcón saldrá de esta situación muy complicada; yo estimo que ella aceptó para intentar hacer un puente entre las partes. Nosotros no perdemos las esperanzas”, dijo y activó el reloj de la bomba.
Reutemann fue ácido y socarrón cuando se le preguntó por su otra ex aliada: “si Alarcón tiene que venir para resolver los problemas del campo, hay muchos funcionarios en el gobierno que están de mas”, disparó. Por estas horas algunos portales hablan de una posible renuncia al cargo del titular de la SAGPyA Carlos Cheppi, presintiendo que si hasta ahora hizo poco y nada por el sector, con la llegada de Alarcón pasará poco menos que a ser su chofer de lujo.
Igual de incómoda será la situación de la Ministra de la Producción Débora Giorgi a cargo de una cartera que con seguridad dentro de poco será absorbida en los hechos por “la negra” Alarcón.
Y no exageramos si decimos que hasta el mismísimo Aníbal Fernández deberá vigilar su cargo cada mañana; con María del Carmen cerca y con poder, sobremanera si las primeras medidas concedidas por la Presidente Cristina Fernández a la flamante funcionaria – aunque anunciadas por Fernández- serán la liberación de las exportaciones de trigo y maíz, y modificaciones en los encajes de exportación de carnes, comenzará a acumular poder, que ya sabemos sabe como usarlo.

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