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domingo, 25 de octubre de 2009

LOS INDUSTRIALES ANALIZARON EL FUTURO EN RAFAELA.

Rafaela tuvo su Conferencia Industrial en la cual el empresariado santafesino agremiado en Fisfe ignoró los apocalípticos pronósticos que vaticinan economistas, políticos y pares de otros sectores, concentrando sus fuerzas sólo en pensar e ilusionarse con un país que, al decir de un exageradamente optimista José De Mendiguren podría llegar a crecer un 5% el año que viene.
Unos días antes en esta capital, el economista Roberto Cachanosky nos advertía que un crecimiento nacional del 2% ya sería motivo de festejos. Curioso, mientras los economistas disertantes en Rafaela Aldo Ferrer y Oscar Tangelson, creen que Argentina es posible, aún bajo el rígido mandato de los Kirchner (a quienes se omitió mencionar en el desarrollo de la Conferencia) para Cachanosky “mientras el gobierno de los Kirchner siga preocupado por concentrar poder y no se preocupe por lo económico, los empresarios van a estar en una situación delicada”.
Las inmensas ganas de creer que tenían los mas de quinientos hombres de negocios cómodamente sentados en cine Belgrano de Rafaela hizo que aplaudiesen de pié al maestro de economistas Aldo Ferrer quien, con sobrada sapiencia, sabedor del aciago momento anímico que se vive en el país, levantó los espíritus con un encendido discurso motivador, esperanzador en las potencialidades del país y su empresariado, que se pareció mucho al de un director técnico en el vestuario del entretiempo en la final de campeonato con su equipo perdiendo uno a cero: “tenemos todo a nuestro favor para ganar, no podemos ir perdiendo”, alentó Ferrer.
El decano economista apeló a la unidad, la cohesión de los argentinos y la consolidación de la identidad nacional. Casi nada.
Oscar Tangelson tenía la misión organizativa de transitar por el mismo sendero de Ferrer, esto es conminar a los presentes a trabajar pensando en el post kirchnerismo, pero sin decirlo, para no alejarse de la premisa de la Fisfe de darle al acontecimiento un perfil técnico, de análisis y diagrama de perspectivas; dicho en otras palabras, no provocar al gobierno central con discursos politizados (la sombra de Guillermo Moreno y su lápiz rojo disciplina voluntades).
Tangelson, emulando a Ferrer recurrió a la sabiduría para bucear en lo mas exquisito de la dialéctica, casi rayano en el sofismo para decirle al calificado auditorio que los Kirchner van a pasar, pero ellos y sus fábricas quedarán, y que no deben esperar nada del gobierno, pero que tienen que pelear para que cuando llegue ese momento de gloria estén los mas en pié posible: “el futuro es parte de la historia; no es aleatorio, es parte de lo que hagamos”, los conminó.
El ex funcionario de Duhalde filosofó en la misma línea del Gobernador Binner explicando que “Argentina no tiene un problema económico, sino cultural (Binner dice que es cuestión de expectativas) y apostó a la creatividad, la innovación, el conocimiento, al valor agregado: “no podemos competir con otros países con bajo costo de mano de obra; hay que crear nuevos productos”, instó, para apuntar a la nanotecnología y los biochips; “quien no desarrolle esta tecnología no va a poder competir”, azuzó.
Precisamente, el Gobernador Binner a quien los dirigentes empresarios criticaron con dureza por el reimpulso de la reforma tributaria, pero solo ante los periodistas, no en el estrado, concentró su discurso inaugural en poner blanco sobre negro, haciendo notar de movida que en el país, “como señala la Iglesia Católica” – remite – la pobreza es del, 40%, a la vez que descerrajó un velado reproche hacia los gurúes económicos mundiales que ahora tienen soluciones para todo: “¿por qué no se detectó antes esta situación de crisis”?, preguntó.
Luego de transitar por la necesidad de apostar a la cadena de agroalimentos y las acciones que lleva adelante su gestión en tal sentido, Binner apeló a la cosmología: “nos falta lograr confianza, los mercados se mueven donde se mueve la confianza de la gente”, dijo.
El Gobernador aprovechó para apoyar decididamente el sueño del empresario rafaelino José Luis Basso, quien desde hace tiempo propugna la fabricación del “motor argentino”, aludiendo a la acería Paraná Metal para hacer los blok y a los autopartistas rafaelinos. Y si de autos se trata, le pasó la factura a la poderosa General Motors, “que aún está en deuda con los objetivos propuestos para la instalación con múltiples beneficios por parte del gobierno”, y que es la construcción de autopartes alrededor de la fábrica de Alvear; “se quedaron solo en la fábrica de butacas”, reprochó.
Dejamos para el final el discurso – disertación inaugural del anfitrión institucional, el intendente de Rafaela Omar Perotti, quien apabulló a los presentes con una oratoria de estadista que trató de impresionar a un auditorio que ya conoce las dotes dialécticas del lord mayor rafaelino.
Perotti pasó por el mundo de las comunicaciones, la tecnología de avanzada, la revalorización de las Pymes y la frase insignia: “no hay mejor política social que un puesto de trabajo”. Los presentes estuvieron frente al lanzamiento formal de una precandidatura a Gobernador.

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