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lunes, 18 de agosto de 2008

PERONISTAS Y SOCIALISTAS GOLPE POR GOLPE.

“Nosotros no vamos a hacer lo de la Presidenta, que sacó una medida (la resolución 125) sin evaluar su impacto y después tuvo los dolores de cabeza que todos conocemos; nuestra estrategia es lanzar globos de ensayo, ver como cae en la población, en los directamente interesados, relativizar las “versiones”, hacer las correcciones del caso, y después hacerlo público”, se le escuchó decir a un encumbrado legislador socialista sobre las estrategias de gobierno de Hermes Binner.
“A los socialistas hay que detenerlos antes de que aprendan a gobernar porque sino después va a ser demasiado tarde”, advertía y arengaba un apasionado diputado peronista ante sus pares.
A los hechos nos remitimos: la administración Binner hace no menos de cuatro semanas lanzó a la calle la idea de aumentar los impuestos “para aumentarles el sueldo a los maestros”; inmediatamente vino la reacción gremial sectorial a lo cual, con la idea de un aumento de impuestos ya en la calle el socialismo comenzó a hablar de “reforma tributaria” para obtener, no solo mayores ingresos en las arcas provinciales, sino una verdadera “justicia tributaria”, al decir del Gobernador Binner. El “globo” había sido lanzado.
De inmediato el obeidismo contrarrestó con las cifras dejadas en caja por su inmediata gestión: 1600 millones de pesos que alcanzan para pagar aumentos sin aumentar impuestos (tal el leiv motiv de su gestión); el gobierno binnerista, tan afecto a los power point y las reuniones informativas, comenzó a exhibir ante gremialistas, empresarios y entidades de distinta índole “los verdaderos números de la Provincia” que, lógicamente disentían con los del obeidismo: en “caja” sólo quedaban a manera de superávit poco mas de 350 millones de pesos con un gasto operativo mensual que supera los 200 millones de pesos; “los egresos perforan los ingresos”, les dijo el Ministro de Economía Sciara al Foro Productivo, Económico y Social.
A su manera, el dos veces Ministro de Hacienda de Carlos Reutemann, Juan Carlos Mercier comenzó a visitar entidades de esta capital (Unión Industrial, ADE, Sociedad Rural) mostrando sus propios “power point” con cifras que dejaban boquiabiertos a los presentes: Obeid no había dejado 1600 millones de pesos, sino 1800 millones y “en caja” y hoy día se contabilizan 1900 millones de pesos.
Mientras tanto, el gobierno binnerista seguía cada día apareciendo en los Medios con “trascendidos” de la reforma tributaria que enardecían a los industriales: se les quitarían las exenciones de Ingresos Brutos concedidas allá por 1991 junto a los Pactos Fiscales de Domingo Cavallo a la industria, la construcción y la producción primaria. “Es una barbaridad; es distorsivo; nos deja fuera de competencia; es inflacionario” y adjetivaciones por el estilo se escucharon de boca de los principales referentes empresarios de la Provincia.
Fue entonces cuando se lanzó otro “globo”: se imprimiría una quinta cuota del inmobiliario urbano y rural y una sexta de la patente automotor. Otra vez el grito en el cielo. Se decidió entonces que la quinta cuota del inmobiliario sea “a cuenta” del revalúo que se hará el año entrante y se dejó sin efecto el suplemento de la patente automotor.
Y se develó – siempre mediante “trascendidos” – que Ingresos Brutos regresará para unas cien empresas de las denominadas “grandes contribuyentes” y bajará sensiblemente en unos 40 contribuyentes que representan el 35% del total de los aportantes no inscriptos bajo el convenio multilateral (112 mil). El campo continuaría exceptuado.
A todo esto, el peronismo ponía en marcha el axioma de “complicar políticamente” al socialismo mediante un oportuno proyecto de Ley del senador norteño Hugo Terré: aumentar el índice coparticipable provincial a municipios y comunas, llevándolo de 13,43% al 18%.
La discusión del proyecto demandó el pasado jueves varias horas hasta que finalmente fue aprobado por la absoluta mayorìa que el PJ posee en Senadores. El dato político que surge de aquella sesión no está en la coyuntura del proyecto, sino en que el peronismo está dando muestras de ir recuperándose del know out del pasado 2 de septiembre, volviendo al centro del ring para comenzar la destrucción del adversario “a lo Monzón” esto es, quitándole aire al rival a lo largo de los round.
Esta semana más de cien presidentes de comunas e intendentes peronistas coparán la Legislatura para exigirle a los diputados del Frente Progresista, Cívico y Social que otorgue sanción definitiva a la Ley aprobada la semana pasada en Senadores. El socialismo tiene un problema: sus socios radicales y demoprogresistas que, a diferencia del Partido gobernante, gobiernan en decenas de comunas y municipios cuyos jefes seguramente quieren, más allá de las picardías políticas del peronismo, recibir más plata por coparticipación.
Para peor, los Radicales por el Frente resolvieron la semana pasada en el Comité Provincia de la UCR obturar definitivamente la posibilidad de introducir la unicameralidad en la reforma de la Constitución que impulsa el socialismo.
Mientras tanto, llueven los pedidos de informes peronistas hacia la administración Binner y los comunicados de prensa sobre cada tema en discusión inundan las redacciones. El socialismo hace aparecer unidos a los peronistas que ya van por el cuarto sub-bloque en diputados, ya que esta semana los diputados Norberto Nicotra y Alejandra Buscasovich se escindirán del bloque que preside Luis Rubeo.
Hermes Binner se juega una gran patriada con la reforma tributaria, por un lado busca recaudar mas cobrándole IB a los que “mas tienen” (y no hacen cacerolazos), dejar de lado al campo (que ya está otra vez en las banquinas disgustado con el gobierno de la Sra Cristina) y bajarle el tributo al sector comercial y de servicios, cuyo aporte representa aproximadamente el 50% del producto bruto geográfico (PBG).
Para “calmar las fieras”, se anunció que el 25 de agosto próximo formalizará una propuesta para componer las remuneraciones de los trabajadores del sector público en el período septiembre - diciembre. De esta manera, aunque no se conocen los porcentuales de incremento, cauteriza otro probable paro docente y calma un incipiente malestar en el resto de los empleados públicos.
Por otro lado, el Ministro de Obras Públicas Hugo Storero hizo saber que en breve se anunciará una batería de obras públicas “propias” (comenzarán con los grandes acueductos), a la vez que explicarán los motivos de las suspensiones y readecuaciones de las anunciadas básicamente en el último tramo de gestión de Jorge Obeid. Y prometen sorpresas.
11 de agosto de 2008

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