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lunes, 22 de febrero de 2010

SOCIALISMO Y PERONISTAS A MUERTE.

“Lo veré en el cementerio” (a Binner), respondió fúnebremente Reutemann ante la idea de un funcionario socialista de una cumbre entre los dos principales líderes políticos santafesinos. La traducción es sencilla: a muerte con el socialismo.
Habría que hacer un severo ejercicio mental para recordar semejante nivel de agresión e insultos entre dos facciones políticas desde 1983 a la fecha, como viene ocurriendo entre el socialismo gobernante y la oposición peronista en la Provincia de Santa Fe.
Las mutuas acusaciones y ofensas – muchas veces extrainstitucionales – entre unos y otros no es la mejor imagen de convivencia que la sociedad santafesina quisiera ver y escuchar de sus dirigentes y gobernantes, máxime cuando a nivel nacional se asiste a un dantesco espectáculo político similar.
El peronismo acusa al socialismo de no dialogar con la oposición, y como contrapartida el socialismo (ante el inexplicable mutismo del resto de los socios del FPCyS que miran desde la platea) a través del propio Gobernador Binner acusa a los peronistas de “obstruccionistas”, por no querer votar la reimplantación de ingresos brutos para la industria y la construcción. Binner está a un tris de acusar de desestabilizador al peronismo. Será cuestión de tiempo y hasta que aparezcan otras destempladas declaraciones de legisladores justicialistas –o de Reutemann- que lo agarren al Gobernador mal dormido.
En la sureña Venado Tuerto Binner dejó en claro que a la hora de votar aumento de impuestos que se coparticipan con municipios y comunas (patente e inmobiliario) el peronismo levantó la mano, pero se cuidó de no votar ingresos brutos que le generaría dinero de manera directa a las por lo visto exánimes arcas provinciales. Desde el peronismo lo reprenden como un padre a un hijo, diciéndole para que quiere más plata si la malgasta.
Gremios en lucha igual ingresos brutos.
El conflicto en ciernes con los gremios estatales que tomaron poco menos como un insulto el ofrecimiento del 7% de aumento salarial por los dos primeros meses del año con promesas de ajustes según costo de vida medido por el IPEC (habrá que ver como “vende” el Gobierno este dato, que no es menor) dará pie al oficialismo para que insistir con el proyecto tabú: cobrarle ingresos brutos a quienes están exentos por distintas leyes de promoción que el socialismo considera perimidas.
Alberto Maguid, titular del poderoso gremio UPCN no es un necio y sabe que un 7% de aumento por dos meses, cuando la inflación “científica” (la del “súper” es infinitamente mayor) no superará el 4%, es un ofrecimiento que ningún gremio privado se atrevería a hacer; pero sabe bien el veterano dirigente que ése porcentaje se transforma en monedas que se licuan dentro del recibo de sueldo de sus afiliados. De allí el pregón de “ponerle dinero en el bolsillo a la gente”, traducido en una suma fija por única vez; pedido que de acuerdo con el discurso oficialista, creemos que sólo podría ser concedido en la medida en que los gremios presionen a los legisladores peronistas para que voten el cobro de ingresos brutos a la industria y la construcción.
Binner esta semana seguramente apelará a nacionalizar el inminente conflicto con los estatales; un reciente informe señala que las provincias necesitarán 17.000 millones mas para pagar sueldos. Santa Fe y la Nación están a punto de ser conminados por la Corte Suprema para que se sienten a arreglar viejas deudas.
Para colmo, el Gobierno nacional fijó una pauta con el 23% que concedió a los docentes pero desató la queja a coro de los gobernadores: "los salarios docentes lo pagan las provincias", dijo Binner, quien aseguró que los sueldos docentes en la Provincia de Santa Fe aún con el aumento salarial están por sobre los del resto de las Provincias.
El socialismo se opondrá al Fondo del Bicentenario tal como lo pergeño el gobierno nacional; decíamos que Binner no es partidario de la intangibilidad del superávit de esas reservas, que en todos casos deberían ir a parar a las Provincias para, por ejemplo comenzar las clases en marzo. Un reciente proyecto de legisladores opositores (peronistas disidentes incluidos) contemplaría la cesión de un porcentaje significativo de esas reservas a las provincias, que debería ser repartido según el régimen de coparticipación federal.
Delegados regionales: ¿”parasenadores”?
Para colmo de males, esta semana que pasó el gobierno oficializó los nombres de quienes actuarán como delegados en los cinco nodos regionales en que el socialismo dividió la Provincia.
En la práctica estos funcionarios reportarán directamente al Gobernador a través del Primer Ministro Antonio Bonfatti, y se transformarán en “para-senadores”, acentuando la ira de los actuales representantes departamentales del peronismo que desde el 2007 no tienen la generosa chequera de antaño a la hora de visitar pueblos, y solo se contentan con prometer pequeños aportes de subsidios que salen de sus partidas que, de seguir esto así, podrían ser menores.
Desde ahora las gestiones institucionales, aportes de dinero en nombre del Gobernador y toda otra magnanimidad oficial tendrá como cara visible a esos delegados, cuyos nombres estarán en la agenda de presidentes comunales, intendentes, dirigentes y directivos de entidades e instituciones, desplazando hacia otra hoja al senador departamental, y que de acuerdo con la cintura política que muestren, serán los venideros candidatos a senadores.
“Sí, pero los que votamos las leyes somos nosotros, no ellos (los delegados de Nodos), y ahí los quiero ver”, respondió con inocultable bronca un senador peronista, revelando con su estado de ánimo las próximas batallas campales de esta guerra declarada entre socialistas y peronistas, que recién habrá de finalizar el 10 de diciembre del año que viene. Ni en sueños antes.

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