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sábado, 13 de marzo de 2010

BINNER Y SPINOZZI A CARA O CRUZ.

Cara y cruz son términos contrarios -a primera vista-. Sin embargo, como el reverso y el anverso de una moneda, se juntan en una unidad cuyo valor podemos identificar a pesar de ver solo un lado a la vez. ¿Habrá unidad entre el Gobierno y la oposición?.

Llegaron demasiado lejos para volver atrás. Las enconadas diatribas de unos hacia otros dinamitaron los puentes y minaron los caminos con juicios draconianos irreversibles. El socialismo no está dispuesto a tirar por la borda 20 años de lucha para llegar al poder, y el peronismo va por la resurrección sus cenizas. Todo se juega de cara el 2011.
Ante semejante escenario, ¿qué margen de negociación tienen el Gobernador Hermes Binner y el jefe del peronismo santafesino Ricardo Spinozzi cuando el lunes se vean las caras?. Ninguno.
El socialismo está convencido que el peronismo quiere empujarlo al abismo dinamitando su base de sustentación financiera al negarle los fondos que necesita para llevar adelante la reforma del estado (un Ministerio lleva precisamente ése nombre) y utilizando el conflicto gremial como ariete para hacerle notar a la población la falta de ideas, de gestión y despilfarro de la actual gestión; axioma que los legisladores del justicialismo abonaron ante cada micrófono en los últimos días.
Estamos ante una cuestión de principios: Hermes Binner y sus gladiadores Antonio Bonfatti y Raul Lamberto cerraron filas en torno de un discurso único para aumentarle el sueldo a los estatales: derogar de una vez por todas el Pacto Fiscal firmado por Reutemann el 12 de agosto de 1993, y reimplantar el cobro de Ingresos Brutos a sectores hasta ahora exentos como la industria y la construcción, agregándole en menor medida el campo. Así quedó plasmado el despacho de mayoría firmado el jueves pasado en las Comisiones de Diputados.
Con ello el Poder Ejecutivo podría asirse de unos ochocientos millones de pesos adicionales para sortear la tormenta gremial que amenaza con convertirse en tempestad en poco tiempo.
El peronismo está persuadido de que el socialismo lisa y llanamente miente; aseguran tener evidencias de que hay plata para pagar el aumento a los estatales sin necesidad de aumentar la presión tributaria. Para tal fin, los técnicos de los diputados obeidistas Mario Lacava y Silvina Frana diseñaron una sofisticada ingeniería administrativa, aunque sencilla de contar para que la entienda la ciudadanía, que básicamente cambia de lugar partidas del actual presupuesto, y le exige a Binner que deje de derrochar y ahorre mas. Esa teoría la transformaron en un despacho de minoría que también hará suya la mayoría senatorial peronista.
Para la foto.
Este lunes bien temprano el Gobernador y el jefe de la oposición sonreirán para las cámaras, intercambiarán algunas bromas de ocasión, quizás hasta se animen a decir que están protagonizando un histórico acto de “madurez republicana” para solucionar un conflicto que amenaza con llevárselos puestos a todos. Cuando queden solos, difícilmente cambien las posiciones políticas.
Binner seguramente lo abrumara a Spinozzi con detalles técnicos que cimentaran la necesidad de reinstaurar el cobro de Ingresos Brutos a los sectores antes mencionados para poder hacer frente a la demanda de los sindicatos.
Spinozzi, de la manera más educada posible le hará notar que eso no son los números que ellos manejan; haciéndole notar además, que en breve, y en virtud de nuevas leyes del Congreso en torno del impuesto al cheque y mas adelante una nueva coparticipación, Santa Fe recibirá mas fondos, con lo cual si hay voluntad “de ambas partes”, se podría llegar a un final no traumático del conflicto y de la conversación. Tiene dos hándicap Spinozzi: la moratoria por ellos pergeñada el año pasado que la toma el despacho de mayoría de diputados, y la “cláusula de garantía” del proyecto Lacava- Frana que contempla, llegado el caso grabar con IB a los sectores exentos.
Ahora bien, ¿a cambio de qué el Gobernador Binner resignaría el ideológico y financieramente necesario – para el gobierno- cobro de Ingresos Brutos a la industria y la construcción (quizás podría excluirse el campo) para solventar mayores gastos en la masa salarial?. Si Spinozzi, además de los argumentos técnicos le sugiere “de la gobernabilidad”, sonaría extorsivo a los oídos socialistas y daría por terminada la conversación.
Por el contrario, ¿qué arista de negociación le concederán los legisladores justicialistas a Ricardo Spinozzi?. ¿Aceptaría una mayor presión tributaria si ésta – como está contemplado en el despacho oficialista – promete redistribuir mas plata entre municipios y comunas?.
El joven interlocutor peronista de Binner llegará a la cumbre con las manos casi atadas: ni Carlos Reutemann, ni el resto del arco peronista (incluido Agustín Rossi, aunque deja en libertad de conciencia a sus diputados provinciales) quieren que el gobierno aumente impuestos para pagar el aumento de sueldo que piden los empleados públicos.
No hay mas tiempo.
Para tratar el martes sobre tablas el despacho de mayoría trabajosamente firmado el jueves pasado en las Comisiones pertinentes de la Cámara de Diputados, el socialismo deberá conseguir los imprescindibles votos del bloque FPV que preside Luis Rubeo, y que hasta el momento no están asegurados. ¿Los tendrá Binner cuando el lunes se reúna con Spinozzi?.
Caso contrario, ¿el FPCyS postergará indefinidamente la sesión en diputados hasta lograr el cometido?. Los gremios estatales anunciaron que profundizarán los paros si no tienen respuesta inmediata a sus reclamos.
Cuando Binner y Spinozzi se sienten este lunes a conversar, lo harán con la paciencia ciudadana al límite. Una tormenta perfecta se avecina y nadie saldrá indemne de sus consecuencias.
Sería deseable que dejen el 2011 para más adelante.

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