YouTube - Darío H. Schueri

Facebook - Darío H. Schueri

Twitter - Darío H. Schueri

miércoles, 10 de marzo de 2010

GOBIERNO, GREMIOS Y LEGISLADORES JUEGAN CON FUEGO.

¿Estamos ante un conflicto gremial inducido por el gobierno para derrotar al peronismo en su lucha ideológica – y tributaria - para cobrarle de una vez por todas Ingresos Brutos al sector industrial y de la construcción?. El campo, por ahora, quedaría pendiente de una reforma consensuada entre el socialismo y el líder de los pequeños y medianos productores, Eduardo Buzzi, con quien ya el propio Gobernador Binner tuvo las primeras conversaciones.
Aseguran los expertos que con los actuales niveles de recaudación de la Provincia y la Nación, mas las auspiciosas proyecciones (sin contar mayores coparticipaciones devenidas de futuras leyes del Congreso) se podría arribar tranquilamente a la solución del conflicto salarial con los gremios estatales. Entonces, ¿por qué razón el gobierno de Binner soporta aguerridos paros de estatales sin hacer nada al respecto?. ¿Quiere desgastar a los gremios y al peronismo reutemista-obeidista corriendo el riesgo de ser arrastrado en el intento?.
Evidentemente, el Gobernador y su Primer Ministro Antonio Bonfatti evaluaron que el reclamo salarial de los gremios estatales constituía la oportunidad históricamente prodigiosa para doblegar de una vez por todas a los revoltosos senadores justicialistas, que en dos oportunidades tumbaron el cobro de ingresos brutos a sectores exentos en los noventa por la gestión de Carlos Reutemann.
De manera providencial – o no – Binner encontró el escenario ideal: fuerte presión gremial por un lado, sumado al natural instinto de preservación política e indisimulables internas, que llevaron a los diputados justicialistas no reutemistas ni obeidistas, a elaborar proyectos que graban con IB a la industria y la construcción (¡justo lo que busca el gobierno!), obligando luego a los senadores reutemistas y obeidistas a acompañarlos, so pena de generar un cisma partidario y repudio gremial, ya advertido por el titular de UPCN Alberto Maguid.
El gobierno no tuvo que presionar una sola tecla de computadora para elaborar y enviar proyecto alguno a extraordinarias, dejó que, hasta ahora, sus propios adversarios se pongan la soga al cuello.
Advertido de la maniobra, el jefe de la bancada de senadores peronistas Ricardo Spinozzi desenvainó furioso: “no vamos a convalidar ningún aumento de la presión tributaria hasta que no hablemos con el Gobernador”, a quien de paso le dedicó candorosas catilinarias.
Difícilmente Binner acepte hablar con Ricardo Spinozzi, discípulo incondicional de Carlos Reutemann, quien advirtió que solo se encontraría con el Gobernador “en el cementerio”. El jefe de los senadores peronistas estaría tan limitado en su diálogo con Binner como José Pampuro con Gerardo Morales; cualquier concesión que pudiera hacer sería mal vista por su jefe político.
Así las cosas, el gobierno, los gremios y los legisladores caminan sobre tierra minada y a contra reloj porque, inducidos o no, el voltaje de los paros estatales irá “in crescendo” con el correr de los días hasta poner en un estado de hastío a la población (que no tiene posibilidades de hacer medidas de fuerza casi por tiempo indeterminado sin consecuencias laborales, y cobra salarios iguales o peores que los empleados públicos y los maestros) que arrastrará, como un tsunami a todo el mundo.

No hay comentarios: