EL “CAMBIO” ES PARA TODOS.

“Binner sabe perfectamente que para poder gobernar hace falta una cohesión ideológica que se trasunte hacia la sociedad en el ejercicio del poder que sólo la puede obtener con gente de su propio Partido; hacer otra cosa significaría comprarse problemas casi antes de asumir”; escribíamos hace apenas diez días cuando analizábamos la – según nuestra óptica – ríspida relación entre radicales y socialistas. Decíamos que los radicales “presienten que los relegarán a inexistentes segundas líneas ó consoladores Ministerios desde donde difícilmente puedan construir poder”.
El único Ministerio que asignó Binner a sus socios radicales (básicamente al Intendente electo de santa Fe Mario barletta) es el renovado Obras Públicas y Vivienda, que no tendrá bajo su órbita las mega obras de acueductos (pasarán por el novel Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente), mientras que dos reparticiones satélites – Vivienda y Vialidad – tienen “caja” propia.. Tuvo mas fortuna Marcelo Brignone que, sin contar con votos, ubicó al secretario de su bloque unipersonal (Encuentro por la Democracia y la Equidad) como Ministro de Promoción Social.
El electo Gobernador acuñó un interesante pretexto cuando le reprochan la inequidad territorial en el armado del cuerpo de colaboradores (10 Ministros son de Rosario, uno de Santa Fe y otro de Rafaela); “son santafesinos”, evade con lógica cartesiana. Oscar “Cachi” Martínez, creador del Partido Político “Cien por Ciento Santafesino” solía decir en sus charlas que gane quien ganare las elecciones (Binner o Bielsa) el próximo Gobernador será rosarino, “y por eso tenemos que comprometerlo con las cosas que nos interesan a los santafesinos (traslado del Puerto, accesos, obras para la ciudad etc.) porque para trasladar la capital a Rosario no hace falta modificar la Constitución; bastará con descentralizar y comenzar a gobernar desde Rosario”.
“La gente votó el cambio”; repite como una letanía el diputado socialista Raúl “Pato” Lamberto, uno de los “hombres fuertes” del Gobernador electo. Bajo esa consigna Hermes Binner se juega la vida, y encara su futura gestión con marcado perfil técnico – social donde, salvo Antonio Bonfatti que en la práctica se constituirá en el jefe de gabinete, el resto deberá demostrar que luego de 24 años de un mismo signo político, las cosas se pueden hacer distinto – y bien – en esta Provincia.
Aunque fuentes allegadas al electo Primer Mandatario nos pidieron que obturemos el tema de los Delegados del Gobernador porque no estaba en los planes de Binner, éste resaltó la validez – y necesidad – de la regionalización para homogeneizar y agilizar las acciones de cada área de gobierno. Quizás sea una efectiva manera de “federalizar” las decisiones y que, por ejemplo, un presidente de Comuna no tenga que realizar cientos de kilómetros para firmar un papel.
“Vamos por las segundas líneas”, se consolaban los Radicales por el Frente” el pasado viernes cuando escucharon azorados la conformación del gabinete de Binner. Habrá que ver como los futuros Ministros delinean sus carteras; ¿y si desaparecen las “segundas líneas”?. Con la regionalización funcionando a pleno, bastará con “hacerse amigo” de los funcionarios de carrera (aquellos de los que hablábamos en nuestro comentario de la semana pasada) para las cuestiones burocráticas.
“Se vienen tiempos de cambio”, rezaba el slogan de campaña de Binner. Parece ser que el cambio es para todo el mundo; incluidos propios y extraños.
15-10-07