INSEGURIDAD: EL INFIERNO TAN TEMIDO

Podríamos decir que la tapa del Diario “El Litoral” de este jueves 17 titulando a todo cuerpo “No ceden los robos en toda la ciudad” marcó el inicio de una de las etapas cruciales en la gestión de gobierno de Hermes Binner: aquella con la que deberá diferenciarse de su antecesor: la inseguridad; uno de los tópicos que llevó al peronismo a la tumba política.
Un día después, y mientras el gobierno daba a conocer una encuesta realizada por la novel Dirección Provincial de Opinión Pública e Indicadores donde, precisamente la inseguridad aparece como una de las principales preocupaciones de la gente en los grandes centros poblados, las noticias policiales siguen reflejando más delitos y muertes, ya en pleno centro y en barrios residenciales.
A tal punto llega la gravedad de los sucesos y la impunidad reinante entre los delincuentes, que mientras los periodistas entrevistaban al jefe de policía de la URI en ocasión de robo con un muerto en el macro centro santafesino a las nueve de la mañana de este viernes, a escasos metros forzaban la puerta del móvil de la emisora LT 10 para robarle el auto estéreo y otras pertenencias.
El diputado peronista Mario Lacava reconocía ante nuestro Diario el día que Binner juraba como Gobernador que uno de los temas que se les había ido de la mano en la gestión de Obeid era precisamente, la inseguridad. Las políticas de “mano blanda” y “excesivos” derechos humanos (hacia los malvivientes) llevaron a la población al hartazgo, con el consiguiente voto por el cambio, tal como lo refleja hoy la encuesta realizada por los funcionarios de Binner.
La gestión de Binner dio pautas en el sentido de apuntar al corazón del problema, y para ello fue tomando medidas a fines de, como señalara el Secretario del área, Dr. Carlos Iparraguirre, “cortar las cadenas de comercialización de lo robado” (cualquiera sabe donde se vende lo robado); comenzar a involucrarse mas en la barriada profunda, verdaderas madrigueras de los delincuentes, y lo mas delicado: tratar de terminar con cierta connivencia policial.
No basta con crear un Ministerio de Seguridad si el poder político va a seguir rehén de los malos policías que utilizan a los delincuentes generando “zonas liberadas” para poner en jaque a sus superiores, ya sea de la Fuerza y/o políticos cuando sienten amenazado su “status quo”.
Si el Gobernador Binner no toma debida nota política de que lo ocurrido en estas últimas horas, y lo que seguramente seguirá ocurriendo, no es casual, sino “causal”, estará en serios problemas. Los fantasmas de la última gestión en materia de inseguridad regresaron con todo.
El Gobernador asistió hace poco a una conferencia sobre el delito que se dio en la UNL y tanto su Ministro de Seguridad Dr. Daniel Cuenca como el Secretario del Area Dr. Carlos Iparraguirre manifestaron saber como obrar para no caer en los yerros de sus antecesores. Por estas horas la población tiene la sensación de que todo sigue igual.
Arrogantes seríamos si pretendiésemos indicarle a quienes fueron elegidos por el Primer Mandatario lo que deben hacer en sus funciones, pero en los últimos días nos llamó la atención la proliferación de agentes – jóvenes agentes- en pleno centro, mientras en la barriada los vecinos se quejaban airadamente por la falta de control policial. Igualito que en la gestión anterior: la policía “haciendo pinta” en la peatonal para que la gente los vea, mientras las zonas de donde provienen los forajidos es verdaderamente tierra de nadie.
Decíamos un día antes que suma Binner: “Binner – no el Frente – tendrá que dar una pronta respuesta a la tremenda inseguridad frente al delito que se vive en esta capital y, de ser posible encapsularla, para que no haga metástasis en el resto de la Provincia, uno de los flagelos que llevó al peronismo a la ruina” y agregábamos: ..”de igual manera que con el delito, la ciudadanía “sabe” como terminar con ello, y espera que los gobernantes también” . ¿Qué quiere la ciudadanía Dr. Binner?: mano dura con el delito. Con la ley en la mano usted sabrá como justificar los millares de votos que se depositaron en las urnas con ése anhelo.
También apuntábamos el 9 de Diciembre del 2007: “las grandes expectativas suelen generar profundas decepciones en las sociedades, a las cuales la paciencia es un bien espiritual que no suele sobrar en estos tiempos de vértigo”. No hay peor vejación en un ciudadano que el robo y/ o el asalto; impulsa en las víctimas los sentimientos mas crueles; allí no hay “cuestiones sociales” ni “derechos humanos” que valgan. Obeid y Rossúa los invocaban constantemente y perdieron las elecciones; porque es verdad que la gente no sale a buscar y matar – como sería su deseo- a sus victimarios, pero de seguro apuntará contra el poder político. Y no fallan.
18 enero 2008