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martes, 15 de abril de 2008

EL CAMPO SIGUE EN ESTADO DE PELIGROSA EBULLICION.

La Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe – CARSFE- remitió a la prensa el cronograma de “concentraciones” de productores a saber: este martes 15 en la Sociedad Rural de Reconquista (con la presencia del dirigente Alfredo De Angeli); el miércoles 16 en la Sociedad Rural de Las Colonias (Esperanza) y la Sociedad Rural de Gálvez; y el viernes 18 en la Sociedad Rural de La Criolla. “El campo está en estado de ebullición; si en estas próximas cuarenta y ocho horas los dirigentes nacionales no llegan a conclusiones concretas en las reuniones nacionales, acá se vuelve a podrir todo; con un pequeño envión los gringos vuelven a las rutas”, reflexionaba – preocupado – un dirigente agropecuario ante LA OPINION.
Tres visiones de una misma reunión.
Así reflejaron tres Diarios nacionales la reunión de este lunes entre el Jefe de Gabinete Alberto Fernández y las entidades del campo: para “Clarín” “El gobierno y el campo encarrilan la negociación”; “Ambito Financiero”, por su parte tituló “Se desgasta la unidad del campo en largas reuniones con gobierno”; mientras que según “La Nación”, “No avanza la negociación del gobierno con el agro”.
Los Medios, (con sus interpretaciones periodísticas) no hicieron mas que mostrar la realidad de un sector sumido en la desorientación y plagado de contradicciones (basta leer las declaraciones de los asistentes a las reuniones) y a punto de hacer implosión si no se actúa con la mesura que dicta la hora.
La caldera sigue levantando presión, y no se advierte que nadie haga nada por descomprimirla; por el contrario, le agregan más combustible. El gobierno cuando antes de la reunión del Jefe de Gabinete con las entidades pone al aire un corto publicitario ratificando que las retenciones móviles (generadoras del paro de 21 días) no se tocan.
Y el bonachón Alfredo De Angeli quien, bienintencionado y quizás tratando de contener a los hasta hace días díscolos productores autoconvocados, tal vez no advierta que sus giras por los pueblos y ciudades del país incitan a la gente de campo - y no campo- generando efervescencia en los dolidos espíritus de la “gringada”, que después de la tregua de Gualeguaychú hubo de soportar una andanada de provocaciones oficiales que los tiene “mordiendo el freno” y a punto de desbocarse.
Se está rompiendo el contrato social.
Unos y otros están caminando hacia un punto de no retorno, donde es probable que todo sea a pérdida: para los productores, los dirigentes y el gobierno; en definitiva, para la sociedad argentina. El divorcio entre la “clase dirigente” y la “clase agropecuaria” generado por el conflicto del campo, así convivan en el mismo terruño, es tal que no puede dejar de retrotraernos al 2001, cuando de a poco y con rencores atizonados se fue gestando el “que se vayan todos”. Aquella vez, la chispa que hizo estallar el polvorín interno de miles de argentinos fue el “corralón” de Cavallo. ¿Y ahora?.
¿Exageramos?. Hagamos un simple ejercicio de imaginación: el gobierno no está dispuesto a dar marcha atrás con las retenciones móviles (que según la “tablita Lousteau” pueden llegar hasta el 95%); cualquier negociación que no contenga “retrotraer los derechos de exportación al 11 de marzo del 2008, y disminuir en forma gradual las retenciones fijadas con anterioridad, de acuerdo al incremento de la producción”, tal como se fijo hace dos noches en la Sociedad Rural de Venado Tuerto, es equivalente a una nueva declaración de guerra; o sea un nuevo paro.
¿Qué se lograría con un nuevo paro?.
Si luego de 21 días de acción directa por parte del campo, que llegó a producir un desabastecimiento inédito en casi todo el país, el gobierno no revisó – ni revisará- el régimen de retenciones, ¿qué se pretendería lograr con una nueva medida de fuerza, en caso de ser apoyada nuevamente por el resto de la sociedad?.¿la renuncia de la Presidente Cristina Kirchner?.
Profetizaba el 26 de enero del 2007 ante nuestro Diario el por entonces Vicepresidente de Carsfé Néstor Víttori: “la gran fortaleza del campo es que le da de comer a 37 millones de argentinos, y esto pareciera que el gobierno ni los argentinos lo ponen en valor”, por ello tenemos que hacer una protesta cuya duración ponga en riesgo el abastecimiento de la alimentación de los argentinos, para que sean los argentinos los que le reclamen al Presidente que tenga un mejor trato hacia este sector que es el que le da de comer”.
Finalmente, un año después el campo paró por 21 días; como nunca antes lo había hecho. Días después de la tregua, la Presidente Cristina Fernández recibió por espacio de tres horas a los dirigentes del sector. Prometió soluciones integrales de cara a una “política agropecuaria” que reconocieron desde el gobierno no existe. Se los invitó a trabajar en Mesas Técnicas en cada subsector (ganadería, lechería economías regionales), potenciando productividades de manera equilibrada para que “el campo” (no únicamente la soja) le dé de comer, como decía Víttori, a los 37 millones de Argentinos.
Todo menos “el detalle” de revisar las retenciones móviles a la soja.
¿Será este “yuyo caro” (no lo dice la Presidente, lo decimos nosotros) el que desnude, como hace varias semanas atrás broncas contenidas, por ejemplo contra la inflación que no para, y apresure conflictos inimaginables?.
15 de abril de 2008

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