A los fines de desdramatizar el final de la campaña política en Santa Fe; vamos a enmarcar futbolísticamente la contienda Binner- Bielsa. Queda en la fértil imaginación de los lectores agregarle en las mesas de café más aditamentos futboleros a esta nota. Como bien se sabe, en Argentina todos somos técnicos.
El domingo que viene Hermes Binner y Rafael Bielsa jugarán la final. Binner lleva dos puntos de ventaja tras la primera vuelta. Bielsa necesita tres puntos para consagrarse (no hay desempate por penales), mientras que a Binner con uno solo abrazaría la gloria. De allí la patriada del peronismo (campeón en los últimos 24 años) para retener un título que se le presenta complicado a la luz de la cruda realidad numérica.
Un peronismo que ya no tiene a Maradona (Reutemann) que decidió retirarse de los estadios por “cansancio moral” (dice que lo abucheaban no solo desde la tribuna visitante), y va por refuerzos: Néstor Carlos Kirchner, que este miércoles estará en Sauce Viejo; algo así como Messi para reemplazar a Maradona que, no obstante hace el aguante desde la línea de cal con oportunas indicaciones tácticas.
Se comenta que esta semana el DT Jorge Obeid dirigirá la práctica definitiva: mostrará un video con su activa participación que, sumada a la de Messi (Kirhner) y Maradona (Reutemann) en el acompañamiento moral, pondría al equipo de Bielsa (Rafael) en óptimas condiciones anímicas para el domingo 2.
Bielsa aguarda con desgarrante ansiedad el desempeño casi vital de dos jugadores claves: el “libero” Oscar “Cachi” Martínez en esta capital y la “fiera” Héctor “Tigre” Cavallero en Rosario, mientras reza para que no se desgarren en la última práctica los habilidosos “carrileros” (presidentes de comunas e intendentes) encargados de llevar el juego dominado desde atrás. “Con este equipo no podemos perder”, asegura el “ayudante de campo” Mario Lacava.
Enfrente Hermes Binner, (que por las dudas pidió veedores internacionales) conciente de que es difícil que el equipo funcione en lo colectivo por las asimetrías de los refuerzos conseguidos a costa de grandes sueldos y primas, basa el juego exclusivamente en su propia individualidad y la contundencia de su goleador estrella: Miguel Lifschitz, a punto tal que desplazó a un discretísimo segundo plano a su compañero/a de punta Griselda Tessio, a quien mandó a jugar del medio para abajo.
En principio, Binner había ordenado al equipo practicar el “fair play” (juego limpio) limitándose sólo a vistosas juegadas para la tribuna, tratando de conservar cierta ventaja previa, pero tras el cabrío partido de ida (Primarias), y a pesar de haberse impuesto a Bielsa (no así al peronismo en su conjunto) optó por otra estrategia: embarrar la cancha y, de ser necesario, aplicar el mundialmente famoso “cabezazo de Zidane”; o bien el mas tradicional “correctivo de delanteros” del “Mariscal” Perfumo, perfectamente emulado años mas tarde por el “Kaiser” Passarella, con el riesgo inminente de ver “la roja” e irse a los vestuarios.
Así las cosas, el domingo seguramente con tribunas repletas esperemos asistir a una jornada sin manchas. Está el juego la copa más importante para los santafesinos: la democracia.
26-08-07
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sábado, 12 de abril de 2008
LA GRAN FINAL.
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